Algunas de mis canciones


1- Milonga de los vampiros
2. Mis cenizas
3. Turbio y arisco
4. Lo mejor de tus sueños
5. Corazón y pases cortos
6. Retrato
7. Una hoja en la tormenta
8. Un día de furia
9. Mariposa de la noche
10. El color de barrio
11. Contramano
12. Malo conocido
13. Esta soledad
14. La superada
15. Fantasma del pasado
16. Candombe del final
17. Fin del juego
18. Florcita de cardo
19. Milonga del fugitivo
20. En plena caída
21. A través
22. Sol de otoño
23. Aquel cantor enamorado
24. Dentro de un tiempo
25. Siete veces
26. Casa de muñecas
27. El náufrago
28. Nueve y diez
29. Y vos por ahí
30. Elogio a mi catrera
31. Sembrando el pánico
32. Milonga del último
33. Esa mujer invisible
34. Bahía de barro
35. Mi lección de anatomía
36. Transcurrir
37. Puntos de vista
38. Mar de la melancolía
39. Ella se va
40. Huellas rojas
41. Locura en gris
42. La murguita de los reos
43. Viejo amigo
44. La próxima
45. Por algo será
46. Casi como amar
47. Aparentemente



1.Milonga de los vampiros

Sobrevuelo tu misterio, paso al ras de tu destino,
Cuando estoy por atacarte me detengo arrepentido.
Doy mil vueltas por la noche, maldigo, grito y deliro
Por la culpa de dejarte en su casa y a su abrigo,
Por hoy estás sana y salva, porque soy un buen vampiro.

Un vampiro que se espanta con el sol del mediodía,
Con la estaca del deber, con la cruz de la rutina.
Un espejo hecho pedazos, muerte eterna, sangre y ruinas,
La oscuridad que me envuelve curándome las heridas
Y la cara borroneada en las fotos de mi vida...

Milonga de los vampiros, gente de mala bebida,
Que brindan por la salud de los que entregan su vida.

Entregáte sin temor, no te engañen los sentidos,
Si tu sangre no se altera me sentiré complacido.
Me acercaré en la penumbra, veré mi sueño cumplido,
A pesar de mi apariencia y el deseo contenido
Te beberé con ternura, porque soy un buen vampiro.

Quiero morir de una vez en un "te tomo y obligo",
En el ajo de tu tajo, en el dolor de tu olvido.
Mi piel ya tiene mil años y mi voz es un aullido
Que te llama y te reclama y te muerde en un suspiro,
De tanta vida que tengo, estoy más muerto que vivo.

Milonga de los vampiros, gente de mala bebida,
Que brindan por la salud de los que entregan su vida.

Te dejaré eternamente algunas de mis manías,
Un cierto aire de ausencia, las manos blancas y frías.
Rondarás las mismas calles acechando en las esquinas
Con tus ojeras de plata buscándome entre neblinas,
Y lo que yo te haré a ti, le harás a otro, querida...

Me llevaré para siempre la paz del deber cumplido,
Está en mi naturaleza, no hay que buscarle sentido.
Mi víctima más hermosa será la próxima, aspiro...
Aunque no puedas creerlo, lo tengo bien merecido.
Al fin y al cabo soy esto... nada más que un buen vampiro.

Milonga de los vampiros, gente de mala bebida,
Que brindan por la salud de los que entregan su vida.
Milonga de los vampiros, gente de mala bebida,
Que cuando salen de copas, alguien paga con la vida...

2. 0is cenizas

Esparciré yo mismo mis cenizas
En los rincones más ocultos de tu casa,
En la escuela de tus hijos, en tus misas,
En el camino a tu trabajo y en tu plaza.

Invadiré con mis olores tus especias,
Me comerás en tus más íntimas veladas,
Y construiré mi guarida entre tus cactus
Y en el desierto atroz de tu mirada.

Seré ese polvo blanquecino y misterioso
Que cubrirá tus arrugas y mis cartas,
Pero sabrás en tus tristezas y en tus gozos
Que este amor ya no se olvida ni se mata.

Te pincharás con mis espinas más agudas
El dedo aquel donde llevás tu matrimonio,
Y cada vez que me niegues, sin saberlo,
Invocarás, inocente, a mis demonios.

Yo flotaré eternamente en ese aire
Maravilloso y agitado de tu aliento,
Me meteré entre tus ropas y tus carnes
Y seré tus cosquillas en el viento...

3. Turbio y arisco

En ciertas noches, uno acostumbra
Echarse al cuerpo algunos tragos
Que lo oscurecen y lo perturban,
Es lo que pienso, es lo que hago.

Me pasa entonces que el ámbar tibio
Me arrastra bajo su correntada,
Cierro los ojos, hago equilibrio,
Si pierdo todo, no pierdo nada.

Cuerpos lejanos, caras extrañas,
Formas inciertas, falsos colores,
Torpes promesas en la maraña
Impenetrable de mil amores.

La vida pasa como si nada
Como si nada me va a marcar
En la sonrisa y en la mirada
Lo que me quita y lo que me da,.
Lo que le ofrezco lo multiplica,
Lo que le oculto lo restará,
Al fin y al cabo en esta noche
El resultado está de más.

Lenguas de trapo, ojos vidriosos,
Códigos rotos, distintas claves,
Mínimo esfuerzo, grandes negocios,
Amor eterno, reinos sin llave.

Final del baile, risas y premios,
Brindis, abrazo, medalla y beso,
Qué buen disfraz, figura y genio,
Después de todo no es más que eso.

Salgo a la calle, turbio y arisco,
Adentro siguen las emociones,
El alma abierta a los mordiscos
Y a manotazos los pantalones.

4. Lo mejor de tus sueños

Vuelvo a sorprender con mi desvelo
La amenaza de este cielo
Que comienza a clarear,
Dulce furia antigua, tan violenta
De este aire de tormenta
Que me da una extraña paz.
Miro tu carita en la almohada,
Calmo tu temblor con otro beso y mi calor
Se mete en tu interior,
Cambia tu sueño y es mejor
No comprender cómo se puede amar así...
Soplo y te empujo con mi aliento
Y te llevo muy adentro,
Donde puedas recordar...

Que es amor,
Cuando miento, cuando invento,
Es amor.
Es amor,
Cuando invado tus estados,
Es amor...
Podrás
Notar la diferencia y sonreirás
Al ver
La simple realidad, mi realidad,
Por favor,
Te lo pido una vez más y es por amor,
Que despiertes y me mires porque soy
De tus sueños lo mejor...

Ruidos de la calle cuando llueve
Y de tu cuerpo que tan leve
Se deshace al despertar.
Junto los pedazos de tu sueño,
Te acaricio y te enseño
Uno nuevo para armar.
Traigo el café y nuestra cama
Mezcla su sabor
Con el perfume que el amor
Libera en tu interior,
Ya no es un sueño y es mejor
No comprender cómo se puede amar así...
Llueve y me pregunto si esto es cierto
Cuando encuentro el cielo abierto
De tus ojos al mirar...


5. Corazón y pases cortos

En mis tiempos de apogeo jugaba en toda la cancha,
No esquivaba el entrevero, siempre hacía pata ancha.
La pelota bajo el pie, la frente alta, la pausa,
El pase justo, bien mansa, la pared, la diagonal,
La alegría de jugar, los ravioles en la panza.

Encaraba por adentro, por arriba y los costados,
Si me paraba en el centro lo daban por liquidado,
Me deslizaba elegante sobre la verde gramilla,
Si no venía sencilla o algún gil me la pisaba
Ahí nomás mi sed calmaba rompiendo alguna canilla.

Un poco de picardía, un poco de pizarrón,
Se organiza la osadía, se libera la razón.

Los años fueron pasando, las rodillas no me daban
Y fue cuestión de entender por dónde el secreto andaba,
Corazón y pases cortos, un paso atrás, el aliento,
Un grito en ese momento y saber, en el aguante,
Que a veces se llega antes si se va seguro y lento.

Hoy hago la personal, otras veces toco en zona,
De patrón y mariscal pasé al toque a la patrona.
Me quedo de colchonero, me mando algún que otro trote,
Yo que antes fui el azote de todos los guardavallas
Ahora el látigo me falla pero aún pesco algún rebote.

No festejo un gol en contra, una expulsión o un penal,
No me cierran los botones que abren cualquier ojal.

Tal vez no te infle una red, no tenga un pique explosivo,
Pero en el área se ve, de todos, quién es más vivo.
Da gusto verme inspirado, rabona, sombrero y caños,
Cómo empujo, cómo engaño y saco de la galera
A la mejor delantera, la experiencia de los años.

En el banco, mi suplente, deberá aguantar la espera,
Mis botines y mis lentes los cuelgo cuando yo quiera.
Todavía no es el tiempo de mi última gambeta
Cuando me caiga de jeta por la guadaña de Dios,
Y la meta en un rincón… con la tribuna repleta…

He gritado muchos goles con la alegría secreta
de bancar buenas y malas con la misma camiseta.
La vida como el potrero tiene el pique desparejo,
Algunas te caen al pie, las otras se corren lejos...


6. Retrato
A mi padre

En una vieja foto descubrí
Que tu perfil está escondido en mí.
La misma cuerda que ahora tensa tu dolor
De un tirón me va encorvando como a vos.

Sobre tus hombros yo era como un rey,
Ya ves... mi territorio se esfumó, y después,
Quise conquistar un reino del revés
Sin vos, sin ley, no sé...

En tus manos grandes se abrigó por soledad
Mi torpe corazón.
Tus silencios fueron para mí como una voz
Haciéndome gritar tu rebelión.
En tus ojos mansos aprendí
Que la raíz de tu mirada
Se hunde más allá de tu dolor
Y sin embargo estás donde yo voy
.

Mi vida es niebla y no logro ver
Que todo lo que pudo ser y al fin no fue,
Un lugar dejó donde crezca tal vez
El pobre sueño aquel...

7. Una hoja en la tormenta

Tengo en esta noche una rara sensación,
Siento que desciendo en un vértigo feroz,
Tiempo que me altera en su carrera sin control,
Tiempo que se acaba gota a gota en el alcohol,
No puedo escapar,
No quiero escapar.

Yo estoy en el centro y mi pasado alrededor,
Giran los recuerdos con el dedo acusador,
Cuento una a una las heridas que causé,
Pero sin embargo fueron más las que curé,
Preso como estoy, esto es lo que soy...

Y así, puedo enfrentar al fin,
Después de tanto huir
A los fiscales de mi vida.
Razón tendrán en pretender
La pena capital cuando comience el nuevo día...
Pido la palabra y la verdad,
Toda la verdad la inventaré...
Total, como viene y se va,
Inocente o fatal,
Soy una hoja en la tormenta,
Nada más...

Años, tantos años consumidos con pasión,
Llanto y carcajada, mano noble a la traición,
Fui fiel al deseo de este viejo corazón,
Si se ha equivocado fue de puro sobrador,
Sólo quiso amar,
Sólo pudo amar...

Dejo en este mundo ciertas pruebas de ese amor,
Sueños a mis hijos, mis derrotas y mi voz,
Un montón de amigos y alguna pobre canción
Que estaré cantando cuando bajen el telón.
Siga la función,
Que aún falta lo mejor...

Un juez que se parece a mí
Me guiña al sonreír
Y me perdona las afrentas,
Y al fin, parece decidir
Que en todo caso fui
Sólo una hoja en la tormenta.
Pido la palabra una vez más
Pero sólo río al comprobar
Que así, como viene y se va,
Inocente o fatal
Soy una hoja en la tormenta
Nada más...


8. Un día de furia


Cuando el sol tan rojo cifrado en su nombre
Lo atacó de frente como una condena
Llevaba en su cuerpo las mil y una noches,
La última copa, la última cena.

Se vistió despacio, en cámara lenta,
Se miró al espejo arqueando una ceja,
Suspiró profundo y sacó la cuenta,
Tan fino, tan dulce, tan solo, sin quejas.

Al subirse al auto bajó la bandera,
La puta costumbre se dijo y apenas
Era la tarifa del tiempo de espera
Más cara de todas, una vida entera.

Puso un tango reo buscando el consejo
Que nadie le daba en medio de aquello,
El bar de la esquina quedaba tan lejos…
Perros de la calle!... Dónde estaban ellos…!

Quedáte tranquilo, en la dulce espera
Que un día de furia lo tiene cualquiera…


Saltó el eslabón, rompió la cadena,
Era todo rojo en la carretera,
Lo que viviría ya era pasado,
El ser o no ser a una calavera.

Antes de bajar se miró las manos,
Se arregló el cabello, palpó su campera,
Caminó dos cuadras y al entrar por ella
Miró su reflejo sobre la vidriera.

Tarde para todo ya no era quien era.
La mató con rabia, se mató con pena
Y entre muerte y muerte vivió diez minutos
Mirando asombrado su última escena.

Ese sol tan rojo cifrado en su nombre
Se apagó despacio entre las sirenas
Y un fundido a negro cayó sobre todos
Que un día de furia lo tiene cualquiera…

Quedáte tranquilo, en la dulce espera,
Que un día de furia lo tiene cualquiera…


9. Mariposa de la noche

Será esta luz de delirio
Tu pedido de auxilio,
Esta luz imposible
De otra noche imposible,
Resplandor imposible
Que ilumina tus dominios.

Será otro error calculado
De tu mundo cansado,
El sabor imposible,
El sonido imposible
El color imposible
De los sueños malogrados.

Esta estrategia de araña, esta quietud de llanura,
Este miedo de espesura, este frío de montaña.
Mariposa de la noche en un foco de avenida,
Con un minuto de vida tan eterna en tu derroche.

Y vas hacia el fin tan segura
En tu triste aventura
Cae tu ardor imposible
En mi herida imposible
Este grito imposible
De perdón y de locura.

Dejás con tu polvo de olvido
En tu vuelo vencido,
Aleteo imposible
De un minuto imposible
El amor imposible
Que te ofrezco y que te pido.

Ese cuerpo incontrolable, esa visión deformada,
Estas manos maltratadas que acarician lo intocable.
Este silencio de cuna, esta soledad de espera,
Este vacío cualquiera que llenás como ninguna.

10. El color del barrio

Un caserío olvidado al borde de la bahía,
Las ilusiones vacías a golpes de tierra y sal,
El viento marca los rasgos achinados de su gente,
El barro palpita y siente las huellas del arrabal.

Yo tengo el color del barrio que vio nacer mi locura,
Que me ocultó en la amargura de un amor en su final,
La memoria de mis viejos está latiendo en mis huesos
Y tal vez sea por eso que siempre estoy por llegar.

Una sombra entre tus sombras, tierra, bronca, lluvia gruesa,
Amasa el barro y espesa la sangre de tu sudor,
El Maldonado enrojece y un perfume de marea
Da ese aire de pelea que enciende mi corazón

Yo tengo el color del barrio que vio nacer mi locura,
Que me ocultó en la amargura de un amor en su final,
La memoria de mis viejos está latiendo en mis huesos
Y tal vez sea por eso que siempre estoy por llegar.

Por tus calles voy siguiendo los rastros de mi pasado,
Siento el eco de un llamado cuando va cayendo el sol,
Busco el calor de unas manos con olor a grasa y tiza,
El consuelo de tu risa, la dulzura de tu voz.

Yo tengo el color del barrio que vio nacer mi locura,
Que me ocultó en la amargura de un amor en su final,
La memoria de mis viejos está latiendo en mis huesos
Y tal vez sea por eso que siempre estoy por llegar.


11. Contramano

Y como todas las tardes,
Lindas tardes esas tardes,
Estábamos estampados
Sobre la esquina, mareados,
De tanto mirar de arriba
La procesión de la vida
Revelando sus costados,
La vida, cuántos costados...

Un auto rompe la calma,
Mucha calma, tanta calma
De esa tarde de verano,
Se estaciona en contramano,
Corre un viento de pelea,
Un hombre baja y pasea
Su mirada de villano,
La mirada en contramano.

Por un día volvió al barrio,
Cuestiones de sucesión,
Con ese Armani marrón,
Flor de bote y una mina
Que cuando mira lastima.
Quién sabe por qué razón
Miami lo capturó,
Siempre fue un hombre de acción,
A todo le dijo yes
Y se enganchó a esa cubana
Que se olvidó de la Habana
Ocultando el pedigré.

Una mañana temprano,
Muy temprano en contramano,
Se escapó no sé de qué,
Vio a su viejo en el taller,
A su madre en la cocina,
Se paró en esta esquina,
Algo murió y se fue,
Algo murió y se fue...

Andá, volvéte, escapá,
Que para vos es igual
Si acá no hay nada que hacer,
Tu casa, el barrio, el taller,
Los amigos y el potrero
Se fueron por un agujero
Que no cierra con volver.

Acá quedamos mirando,
Manoteando, deseando,
Tantas cosas que se escapan,
Seguimos buscando el mapa
Que nos revele el tesoro
Y que nos bañe en el oro
De la vida que te atrapa,
De esta vida que te atrapa...


12. Malo conocido

Brindo por vos
Por aquel sol de primavera
Que te acaricia en esta noche que se va…

Aquí la lluvia que cae
Me arrincona y me trae
Más soledad… más soledad…

Por si volvés
Aquí estaré la vida entera,
En este bar sirven mentiras verdaderas…

Al fin de cuentas verás
Que no es bueno cambiar
Lo que ya amás… lo que ya amás…

Malo como soy según parece
Sigo siendo tu mejor idea,
Lo peor de un hombre es, muchas veces,
Todo lo que una mujer desea…

Para jugar
Una mañana y por sorpresa
Seré por fin lo que vos quieras, mi princesa…

Y entonces te encantará,
Serán días de paz,
Te aburrirás, te aburrirás…

Y apostaré
A que una noche y por las buenas
Me rogarás que vuelva a ser el que yo era…

Entonces te entregarás,
Te amaré, me amarás,
Y mucho más, y mucho más…

13. Esta soledad

Qué se hizo del muchacho aquel
Que te convenció en una esquina
Con un beso y sueños de papel
Que eras lo más bello de su vida..?

Con esa desmesura de creer
Que todo lo mejor nunca termina,
Con esta desventura de saber
Que aquello no fue más que una mentira...

Qué se hizo del muchacho aquel?
Bajo cuánta piedra lo enterré?

Cuanta soledad
En la locura por recuperar
Aquel amor de carne y de metal
Que sólo por fatal tuvimos que fingir perder...
Esta soledad
Del hombre solo, más solo que hay,
Con este sello que ahora ves
De no poder vencer por mí la ingravidez
De esta soledad de tanto esperar la soledad...

Quién te hizo desaparecer?
Quién halló el secreto de tu ruina
Y lo muestra atado de un cordel
Para que te acusen y se rían...

Con toda la impotencia que me da
No haber estado allí para cuidarte,
Por esa cobardía de aceptar
La orden que me diste de olvidarte.

Pero como suele suceder...
Todo lo que pudo ser no fue...

14. La superada

Yo sabía que a pesar de mi apariencia
Y lo cruel que suelo ser en estos casos,
Volverías a intentar con la experiencia
De querer cambiar el rumbo de mis pasos.

Sé también cómo te engrupen los otarios,
Y conozco palmo a palmo tus barullos,
Mucha agenda, mucho bótox, mucho diario,
Mucho chat y celular, mucho chamuyo.

Ya no sos la muchachita enamorada
Que creía en mis sueños imposibles,
Ahora sos del country aquel, la superada,
La del york-shire terrier y el convertible.

No me falta corazón y no me sobra,
Controlá tu pretensión, no seas chabona,
Siempre fui de los que bailan con su sombra
Y hoy querés verme pelear por la corona.

Perdonáme por favor si he sido torpe
Y no he estado a la altura de tus fines,
Es que llevo en el cuerpo tantos golpes
Que ya es hora de ir colgando los botines.

Yo me quedo en tu rincón, como una copia,
Si querés verme sangrar estás jodida,
Andá vos a comprobar en carne propia
Cómo duelen las trompadas de la vida.

15. Fantasma del pasado

Todo por estar más cerca del lugar
Donde la perdió por culpa de un error,
El hombre volvió buscando una razón,
Esa sinrazón que tiene el corazón
Que impide comprender
Que si el amor se va...
Nunca más se ha de encontrar...

Y por eso fue que un día, derrotado,
Una gris melancolía lo llamó desde el pasado,
Disfrazada con la máscara grotesca de la fe,
Lo engañó y como la primera vez...
Lo llevó a recorrer como un fantasma
Esas calles sin el alma del amor que nunca espera,
Y buscando algún rastro que lo hiciera comprender,
Se dio cuenta que para poder volver...
No hace falta ni esperanza ni osadía
Porque todo en esta vida cambia tanto
Que perdés...

Nada era igual, ni ella ni aquel bar,
Donde le juró temblando eterno amor.
Ese hombre lloró bebiendo en un rincón,
Pura sensación de angustia y de dolor
Tan honda que al morder
Le marca su verdad...
La muesca de la soledad...

16. Candombe del final

En la condena de mi eternidad
Apenas puedo con mi amor,
Aquellos días en que fuiste mía
Son un sueño de siglos de dolor.

Tu frágil cuello, tu pequeña voz,
Tu dulce forma de mirar...
Aquel pañuelo que cubrió tu duelo
Y mi boca tus ganas de gritar.

Candombe de aquel vampiro
Que nunca supo amar sin lastimar...
Desgracia que le hace gracia
Y le provoca la risa del final.

Mi dentadura y mi corazón,
Mis alas rotas y mi tos,
A quién engaño con el gesto huraño,
Soy un viejo que quiere algo de amor...

Estoy vestido para el gran final,
Caeré en cenizas sobre vos,
Buscando el cielo encontraré el consuelo
Del disparo que espera darme el sol.

17. Fin del juego

Estás ahí, como yo quiero,
La luz sutil que se demora en tu perfil
Bajo el sombrero.
Quedáte así, es como un juego,
Podés fingir si vos querés algo de amor
Mientras espero...

La noche trae un rumor
De llantos, gritos y ruegos
En la brisa que te envuelve,
Desnuda con tu sombrero.

Siento por última vez
Como se abre el deseo
En el filo que se esconde
En tu mirada de acero,
En tu mirada de acero...

Estás ahí, como yo quiero,
La luz sutil que se demora en tu perfil,
Bajo el sombrero.
Quedáte así, es como un juego,
Podés fingir, si vos querés, algo de amor
Mientras espero...

A la mañana descubro
Unas manchas y el sombrero,
Sobre las sábanas blancas,
Señalando el fin del juego.

Junto los restos de alcohol
Y brindo por tu recuerdo,
Asomado a la ventana
Me incendia un viento de fuego.

Miro a la gente que va
Perdiendo sus propios juegos,
Cierro los ojos, te pienso,
Y vuelo con tu sombrero,
Y vuelo con tu sombero...

Estás ahí, como yo quiero,
Podés fingir si vos querés algo de amor,
Es como un juego...

18. Florcita de cardo

Oculta en la belleza obscena del paisaje,
como una flor de cardo al lado del camino,
serás como ese gesto sutil, como un ultraje
que cambia sin saberlo la fuerza de un destino.

Sabré elegir sin duda, como quien ya no espera,
con mi cuerpo arrasado y con mis manos ciegas
el azul apagado de tu belleza muda
y el dolor deseado de tu espina serena.

No habrá sobre mi cama ni rosas pretenciosas,
ni exóticas orquídeas ni lánguidas gardenias,
será sólo tu tallo quien sostenga mis sueños
y calmará mis ansias tu flor de cardo tierna.

Y al correr de los años, casi sin darnos cuenta,
serás mi renacer, seré yo tu letargo,
pasará por mi cuerpo tu sabia vida lenta
y serás para siempre mi florcita de cardo.

19. Milonga del fugitivo

Huye buscando vida, la vida,
Mata dejando atrás
Dos quejidos y un latido, su latido,
Que murió cuando entró su puñal.

Noches que se hacen largas, muy largas,
Voces que en soledad
Va arrastrando por caminos que el destino,
Su destino de dolor le hace andar.

Muerte que llega lenta, muy lenta,
Sabe que va a pagar
Por las suyas, por aquellas que se encienden
A su paso o al de otro, le da igual...

Grito que corta el aire, su grito,
Pecho que se abre en dos,
Mano fiera que se cierra en la tierra,
Derramando el vino rojo del rencor.

Huye dejando vida, su vida,
Llora lo que vendrá,
Y se acerca y se toca la boca,
Y se cierra los ojos y se va...

20. En plena caída

Quisieras huir de todos mis deseos,
Fundirte en el aire, cerrar esta herida,
El cielo cercano se rompe y estamos
Vos y yo, girando en plena caída…

Yo sé que ya es tarde, demasiado tarde,
No puedo engañarte con mis fantasías,
Ni inventar un gesto o una palabra
Capaz de imponerse y salvarnos la vida.

Mi garganta muere sin esa palabra,
Mi alma se arrincona como arrepentida,
Tu venganza crece y no te das cuenta
Que al caer arrastro los mejores días.

Podrías amar lo que puedo ser,
Te ofrezco mi alma, así, en carne viva,
Que te necesita para no morir
Aunque estemos juntos en plena caída.

Tal vez si pudiera hundirme en tus ojos
Y ahogar con un beso tu odio y tu agonía,
O empequeñecerme y volver como antes
A sentirme tuyo y sentirte mía.

Me cuesta creer que falte tan poco,
La luz de tus ojos se apaga vencida,
De aquello que fuimos quedará un murmullo
Un pulso obstinado, dos cosas vacías...

21. A través

Suelo ver el mundo con su peso y su medida,
Su color, su forma, su valor, sin fantasías.
Vos mirás
A través
Cómo hacés?
Decíme cómo hacés, quiero saber...

Y entonces somos dos y somos nada, corazón,
Reflejos de un reflejo, la mitad de la razón,
La lluvia que cayó agranda mi dolor
Y brilla para vos en el balcón.

Los ruidos de la calle y la gente en soledad
Son música escondida y un ballet que viene y va,
Mis ojos y mi plan, tus ojos y el azar
Descubren como pueden su verdad.

Vos me hacés mirar las cosas simples de la vida
Por alzar la copa de mi ser siempre vacía.
Vos creés
Que podés
Qué sabés?
Si apenas conocés mi decepción...

22. Sol de otoño

Con su bastón
Pasea por el patio y el sol
El débil sol de otoño al caer
Lo pone aún más triste y la ve...

...Siempre la ve,
Tan cerca y tan distante a la vez,
Su vieja compañera, tan fiel,
Su más sincero amor.

Cuesta comprender
Como se escapa entre las manos, sin querer,
Día tras día y poco a poco, piensa él,
La juventud, la fe, los sueños y el amor...
Y esta vida que
Dura y hermosa he pasado junto a él,
Piensa la mujer,
La llevo puesta en cada surco de mi piel.
Y eso son los dos,
La mezcla exacta entre el deseo y la razón,
Los mismos sueños ya soñados y un dolor
Que cuando les duele ya pasó.

Desde el balcón
Lo observa adivinando su humor,
Mirando la hojarasca caer,
Renegando quién sabe por qué.

En un rincón,
Marcadas en la blanca pared,
Las líneas que dejaba al crecer
La vida que se fue.

23. Aquel cantor enamorado

Puede uno volver el tiempo atrás?
Puede acaso entrar en ese estado
Donde uno se cree tan inmortal
Como el amor recién amado...?

Puede adivinarse si me ven
Aquí, sentado y esperando,
Cuánta soledad y cuánta insensatez
Dejaron en mi rostro esta vejez...

Yo puedo volver el tiempo atrás
Si te canto a vos y a nadie más...

Y entonces vuelvo a recordar
Aquella noche y aquel vals
Que te canté mientras bailabas con tu amado,
Cuando giraba alrededor
De tu inocencia y tu pudor
El carnaval de nuestros días más soñados.
Yo descubrí en ese vals
Oculto tu dolor, debajo del disfraz, agazapado.
Tus ojos llenos de ansiedad
Que no pudieron evitar
Un llanto extraño, inexplicable, sin razón.

Y en esa noche, vos sabés,
Tuvimos todo por hacer,
Y no pudimos, no quisimos o no sé...

Yo te canto a vos y a nadie más,
Aunque a tantas mire y les entregue
Toda mi emoción, mi pobre voz,
Y un tango triste que te niegue.

Mi última canción es para vos,
Soy aquel cantor enamorado
Que te hizo pensar que a veces el amor
Es trampa en la que muere el corazón...

Yo puedo volver el tiempo atrás
Si te canto a vos y a nadie más…

24. Dentro de un tiempo

Te amé tanto diré dentro de un tiempo,
Imagino cuando y donde sin error,
Será apenas un instante blando y bronce,
Con la lluvia dorándose en el sol.

Cuando cambien los rasgos de mi cara,
Cuando solo, desafine esta canción,
Una imagen saltará muy dentro mío
Sin aviso, arañándome la voz.

Rueda el cardo de mi voz, se enreda en tu ropa olvidada
Y queda manojo de tos, temblando en la noche, marcada.

Te busca blanqueada de alcohol, te encuentra y se mete en tu cama,
Te lame tragando el sudor cortado en tu cuerpo de espada.

De pronto se va con el sol la furia de la madrugada,
Qué grande será nuestro amor apenas termine en nada.

Entonces serás un dolor y luego el golpe que sana,
Se pierde tu rastro y estoy tan quieto, tan solo, sin ganas…

Me preparo a quedarme sin memoria,
Como siempre lo que fue será mejor,
Cambiaré las mil noches de tu ausencia
Por la tarde en la que vuelvas, sin rencor.

Te amé tanto diré dentro de un tiempo,
Imagino cuando y donde sin error,
Tu pequeño cuerpo en cruz en la ventana
Y estrellados contra el frío vos y yo.

25. Siete veces

El ruido del motor que lo adormece,
La cinta del asfalto, gris, constante,
El brillo de ese sol que lo enceguece,
Las manos aferradas al volante.

La mente en blanco todo lo resume,
La boca muerta en whisky y en tabaco,
Sube de pronto un último perfume
Que ella dejó en el hombro de su saco.

Su cuerpo en el baúl ya no se queja,
Sus ojos y su boca ya no engañan,
Se le da por pensar mientras se aleja
De aquellos viejos tiempos que se empañan.

La carretera lo lleva
Por un camino sin fin,
A un hombre que ya no espera
De qué le sirve elegir?
Su suerte está decidida,
Cualquier sitio le da igual,
La llegada, la partida,
El principio o el final.

El viento crea demonios del desierto,
La frente gacha, el pie sobre la pala,
Hay un hueco que se llena con un cuerpo,
Hay un cuerpo que se ahueca en cada bala.

Cuando la noche cae sobre su estampa,
Alguien que no es él decide irse,
Para escapar día tras día de esa trampa,
Para llegar a ningún lado y despedirse.

Como una cruz deshecha y derrumbada,
Queda el montón de nada, siete veces
El espejo le devuelve la mirada,
Acelera y sin pensar, desaparece.



26. Casa de muñecas

Yo me voy pero ahora vuelvo,
No te enojés si te dejo con lo puesto,
Reconocé que sos poco más que esto,
Lo que te doy
Sin elección,
Lo que te doy...

Yo me voy pero ahora vuelvo,
Te dejaré emociones de juguete
Sin estrenar porque sólo quiero verte con
Lo que te doy
Sin elección,
Lo que te doy...

Te ensucio, te baño, te acuesto, te arropo,
Te mimo, te aloco y te cuento un cuento
Donde sos libre porque te miento
Y soñás que te vas
Pero ahí nomás...

Te aliento, te reto, te mato y te sano,
Te como, te lamo y te cuento un cuento
Donde sos otra, sólo un invento
Y soñás que te vas,
Pero ahí nomás,
Pero ahí nomás...

Sólo sé que necesito
Jugar con vos en mi casa de muñecas
Y controlar desde un rincón como se seca
Tu corazón
Como una flor
Tu corazón...

Mi placer es manejarte,
Quebrar tus pies y tus articulaciones
Para cambiar de posición tus emociones,
Te quiero armar
Para jugar,
Para qué más...?

27. El náufrago
A mi madre

Desaté con mi obsesión una tormenta,
Puse a todos en la barca de mi vida,
Desplegué mis velas rotas, mal heridas,
Y enfrenté la tempestad sin darme cuenta.

Renegué de tu imposible salvataje
Y fuí el último en gritar mi mala suerte,
Aferrándome a un pedazo de mi muerte
Me salvé por tenaz y por salvaje.

Una sola persona en este mundo
Perdería su vida en un segundo
Por la mía si fuese necesario.

Cuando estén por confirmar el mal presagio,
Cuando vayan preparando mi sudario,
Tendré siempre tu mano en el naufragio.



28. Nueve y diez

Le tiemblan las manos, derrama el café,
Prende un cigarrillo, respira a través,
A las siete en punto se asoma al balcón,
Su cabeza estalla en un cielo marrón.
Mitad en la nada mitad en el ser
Apunta y escupe y cuenta hasta seis,
El traje de siempre, el cuerpo de ayer,
La camisa blanca, los pies de correr.

Más feo que nunca en el ascensor
Baja bien abajo mirando el reloj,
Pensando que un día todo podrá ser
Como siempre quiso, como nunca fue.
Pastillas de menta, el diario, el andén,
Un loco que grita sin Dios, sin amén,
Las puertas se abren, cierra el corazón,
Se suben las penas, baja la ilusión.

Los pasos contados, los pesos también,
Harto de estar harto, cerca del infarto quiere renacer
Con una palabra, tocando una piel,
Gritando te quiero, amando primero hasta enloquecer.

A las ocho y media miles como el
Digieren la bronca en las tripas de un tren
La miseria pasa arañando el vagón
Cuando la descubre como un resplandor.
Por esos ojazos y por esa piel
Se olvida de todo, quien fue y quien es.
La mujer se baja, a las 9 y diez
Y el va tras de ella, como debe ser.

Algunas palabras, un gesto tal vez,
Dos o tres mentiras y luego un café,
La duda, un silencio, el miedo y después
Las manos, un beso y si vos querés…
A la medianoche, en un pobre hotel
Se ríen de todo, de ella y de él.
Que la fantasía como la verdad
Son la cara y seca de la realidad.

29. Y vos por ahí

Un día gris, pura luz de tan gris.
Un día gris va pasando por mí,
Miro el reflejo en el espejo,
Estoy tan solo y vos por ahí.

Tu boca rota, furia en mi nariz,
Sobre la mesa los rastros del fin,
Tus labios rojos, tus grandes ojos
Desde una foto se ríen de mí.

La tele brilla mostrando un país
Que multiplica la bronca por mil,
La gente muere y a mi me duele
Tu boca rota y vos por ahí.

Pasan las horas, no puedo dormir,
Por todas partes te siento reír,
Mi mente en llamas piensa en qué cama
Estás dejando tu olor a jazmín.

Alcohol y zapping, temblor y algún tic,
Por las paredes chorrea el spleen,
Cuánta tristeza en esta pieza,
Me estoy muriendo y vos por ahí,

Un día gris, pura luz de tan gris,
Un día gris va llegando a su fin,
Me voy y dejo en el espejo
Mi último grito y vos por ahí...

30. Elogio a mi catrera

Cuando el sol de la mañana alumbra el paso vacío
Del pobrerío y su hastío camino del matadero,
Yo me refugio catrera, en tu calor maternal
Sumando sueños que igual se me clavan en el cero.

Por las cosas que perdí yo no re culpo catrera,
Este cantor ya no espera y acá tirado me río
De la música de fondo que mi vida lleva puesta
Con le ruido a toda orquesta del estómago vacío.

Fue a la hora de la siesta que se piantó Catalina,
Su llanto, de la cocina, retumbó en el corredor,
Me dijo como un reproche y arrastrando la valija:
“Se te enredó en las cobijas tu sueño de gran cantor”

Testigo fuiste orgullosa de mis grandes performances,
Aunque ya viejo y sin chance mintiendo una noche espesa
Rompí el gallito del tiempo sobre la mesa de luz
Que empilchó siempre de azul por el frío de la pieza.

Cómo no voy a quererte si en vos calmaron mis viejos,
Tirando siempre parejos, su cansancio y su pasión,
Y ahora que me encuentro solo ofrecés para mi mal
El abrazo fraternal de tu respaldo marrón.

Sos el imán que retiene mi corazón de metal
Que está esperando el final en tus cachuzas maderas
Para pedir que se apiaden de este aprendiz de cantor
Y que me entierren con vos, mi inseparable catrera…

31. Sembrando el pánico

Señoras, señores, mi estilo es bien clásico,
Yo voy por la vida sembrando el pánico…

Asusto a las damas rozando su talle
Que piden en sueños para que algo falle.
Murmuran sus hijas…qué tipo grosero!
Colgadas del brazo de algún caballero.
Me río de todo, muestro las encías,
Aprietan sus bocas, secas y vacías.

Señoras, señores, mi estilo es bien clásico,
Yo voy por la vida sembrando el pánico…

Digo lo que pienso, me tratan de loco
Y cuando me callo me piden un poco.
Si cruzo primero aguantan codazos,
Se matan a golpes si les doy el paso.
Siempre reconcilio cuando me divorcio
Y cuando me junto dejan de ser socios.

Señoras, señores, mi estilo es bien clásico,
Yo voy por la vida sembrando el pánico…

Sacando mis cuentas se llenan de errores
Las calculadoras de los contadores.
Diseño mi casa, muere un arquitecto,
Arriba está abajo, afuera es adentro.
A los abogados los saco de quicio,
Siempre gano el caso cuando pierdo el juicio.

Señoras, señores, mi estilo es bien clásico,
Yo voy por la vida sembrando el pánico…

Se frustran conmigo chorro y policía,
No mato una mosca, no tengo alcancía.
Jefes y alcahuetes, curas, concejales,
Ricos y famosos, cabos, generales,
Apenas comprenden cuando forman fila
Que a mi marcapasos le quité las pilas.

Señoras, señores, mi estilo es bien clásico,
Yo voy por la vida sembrando el pánico…

32. Milonga del último

Va esta milonga por los amigos
Que aunque se fueron están conmigo.

A quién le importa si por el vino
Traigo recuerdos y me lastimo,
Cualquiera sabe que en ciertas noches
Quedarse solo no es buen destino.

Va esta milonga por los amigos
Que aunque se fueron están conmigo.

Me pasa a veces que, distraído,
Encuentro en alguien un parecido
Entonces vienen una tras otras
Tantas historias que hemos vivido.

Cambio las fechas, pago testigos,
Invento hazañas, premio y castigo,
Y se transforman como en un sueño
Los vencedores en los vencidos.

Va esta milonga por los amigos
Que aunque se fueron están conmigo.

Llega la hora, suena un chasquido,
El hilo cede por lo más fino,
Del lado claro lo que se puede,
Del lado oscuro lo que quisimos.

Apuro el trago, río y maldigo
Por lo que somos o no hemos sido
Mientras espero sobre mis hombros
El brazo amable de aquel amigo.

Va esta milonga por los amigos
Que aunque se fueron están conmigo.

33. Esa mujer invisible

Ya es hora de verla pasar,
Todo se mueve alrededor
Lento, muy lento, sin razón,
La lluvia sobre el rostro gris
Que le despinta sin piedad
El maquillaje, el corazón,
Día tras día.

Quién es la mujer del callejón,
De dónde viene esa canción
Que se le mete por la piel
Y le recuerda en el alcohol
Que fue con él, sólo con él
Que conoció lo que es sentirse
Algo querida.

Es hermosa esa mujer
Cuando se siente invisible,
Una mirada imposible
La traspasa y la degrada
Como a una rosa ignorada
A un instante de morir.

Cae, moja su alma de cartón,
Y se revuelca en un montón
De rabia, pena y frustración,
Y se ahoga cuando dice sí,
Jamás un no, es siempre sí
Que sin pensar va repitiendo
Si la miran.

Va y aprieta contra el corazón
Lo casi nada que quedó,
Un pañuelito con su olor
Y un anillito de marfil,
Y anda a los tumbos por ahí
Para calmar quién sabe dónde
Su agonía.

34. Bahía de barro

A veces la pena la toma del brazo
Y la lleva a perderse en los muelles de White,
El hombre la mira pasar y ese paso
Se parece tanto a su forma de andar.

Para ella no existe el pulsito verdadero,
Ni le beso ni el roce de una piel con sal,
Arriba del barco él es todo eso,
Su cuerpo brillando en los muelles de White.

El viento amontona un día tras otro,
Constante, certero, marcando el compás,
La sal en las venas, la tierra en los ojos
Del hombre que espera volverla a encontrar.

El domingo cruza mordiendo la tarde
Y él en una pieza duerme la ansiedad,
Se escuchan muy lejos las voces que arden
Gritando los goles desde el boulevard.

Pero ella no sabe que alguien la desea
Y su rostro ajado y sus ganas de amar
Se ven reflejados en una pantalla
Rastreando las huellas de un amor virtual.

El tiempo deshace al hombre que sueña
Que la pena vuelva a traerla por White
Y tocar su cuerpo, que vibre y se encienda
En un fuego lento, imperfecto, real.

Y ahí está parado, esperando en su barco
La marea exacta que viene y se va
Dejándolo en una bahía de barro
Y a ella navegando en su propio mar.

35. Mi lección de anatomía

Ya no me hagas esperar, tengo todo preparado,
La cama, el arma, el arnés, la herida, el sueño, el bocado,
Y es que así como me ves, misterioso y desquiciado
Tengo ganas de saber cuánto soy de respetado.
A las diez es a las diez, no especules con mi estado.

Deberás ser muy puntual y traer tu cuerpo helado
Que derretiré tu escarcha con mi aliento y con mi enfado.
Nadie saldrá ganador, nadie saldrá lastimado,
Tu exótica languidez junto a mi ser cotidiano
Se darán la última cena sin héroes y sin villanos.

Con un verde pretencioso y un rojo desconsolado
Pintaré mi autorretrato sobre tu cuerpo soñado…
Mi lección de anatomía la daré por terminada
Cuando descubra la fórmula de tu materia sagrada…

La mesa ya está servida, la tormenta desatada
Y mi cuchillo esperando para cortarte las alas.
La lección de anatomía comenzará a tu llegada
Cuando te abras entera y te entregues desmayada.
Sin excusas esta vez, tendrás tu jaula dorada.

Guiarás mi mano experta, explicándote extasiada,
Tu carne viva dirá dónde quiere ser cortada,
Buscaré entre tus vísceras esa inocencia cansada
Y tocaré con mi alma la tuya, joven y sana,
La disección obsesiva de los trucos de una maga.

Con un verde pretencioso y un rojo desconsolado
Pintaré mi autorretrato sobre tu cuerpo soñado…
Mi lección de anatomía la daré por terminada
Cuando descubra la fórmula de tu materia sagrada…

Tu vida cabe tres veces en lo que fue mi pasado
Y los días que te restan marcan líneas en mi mano.
Apartaré corazón, matriz, memoria y acaso
La luz que irradia tu cuerpo redimirá este pecado
De alterar con mi presencia tus recuerdos más preciados.

A las diez es a las diez, en punto y en mi morada,
Seré rápido y preciso y no serás ultrajada,
Y a eso de la medianoche con tus heridas cerradas
Nos iremos por ahí, riéndonos a carcajadas,
Yo en poder de tu secreto, vos simple y despreocupada…

Con un verde pretencioso y un rojo desconsolado
Pintaré mi autorretrato sobre tu cuerpo soñado…
Mi lección de anatomía la daré por terminada
Cuando descubra la fórmula de tu materia sagrada…

36.Transcurrir

Siento la luz salvaje de otra fría mañana
Cuando me crucifica por esta soledad
Sobre la cama nuestra que navega y naufraga
En un mar de recuerdos y en el mismo lugar.

Me aferro a la coartada de quedarme tendido
En el centro del mundo para verlo girar,
Sin mover uno solo de mis músculos miro,
Sin importarme nada, solo estar por estar.

Los días aparentan ser al fin siempre el mismo
Transcurriendo obedientes a mis cambios de humor,
Mi tristeza sus lluvias, sus ocasos mi abismo
Y un solcito me entibia apenas pienso en vos.

Revuelvo en los cajones, me miro en el espejo,
Acomodo mis libros, escribo algo al azar,
Escucho un noticiero, se matan por reflejo,
Preparo arroz, hay vino, qué más puedo desear?

Me clavo nuevamente en mi cama y me dejo
Llevar por la penumbra al centro de tu amor.
La noche se desliza, me invade con su aroma
Y con aquella música lejana de tu voz.

Te espero como esperan las flores del desierto
A la pequeña lluvia para sobrevivir,
Guardando muy adentro la gota silenciosa
Que en tiempos de sequía me haga resistir.

37. Puntos de vista

De acuerdo al punto de vista es lógico que yo sea
Lo que la gente se crea y tal vez un poco más,
Total a mí me da igual, por abajo va mi vida,
Si me miran desde arriba y no me quieren ni un poco
Entre lo arisco y lo loco no soy fácil de llevar.

Para los vecinos soy peor que el que estaba antes,
Para tu amiga un farsante, un señor para mi abuela,
Para tus padres apenas lo poco que has conseguido
Un ángel como testigo, un juez como Lucifer,
Y con mis hijos la ley que burlan cuando desean.

Al fin que todo depende del cristal con que se mire,
Entre principios y fines todos tienen la razón
Aquí desde este rincón entre odios y entre amores,
Entre piedras y entre flores, lo falso y lo verdadero
Sólo sé que soy certero si te apunto al corazón.

Desde tu punto de vista de acuerdo a con quién estés
Tratarán de hacerte ver que soy cabeza o soy rabo,
Con tu madre soy un vago, con mis amigos un genio,
De tu corazón el dueño si te escribo una canción
Y seré tu perdición si sigo sin un centavo.

Aunque puedo ser a veces tanto el uno como el otro
De acuerdo a quién monte el potro y que whisky haya bebido
Con Hyde y Jeckyll metidos y a la rastra por la vida
En bajada o en subida a favor o en contramano
Nunca corto por lo sano, prefiero haberlo vivido.

38. Mar de la melancolía

Es de arena movediza, mentirosa, agazapada,
Que me traga con la prisa de quien nunca está saciada.

Yo conozco sus secretos, su lenguaje más obsceno,
Su violencia contenida, su mordida y su veneno.

Es de todos y de nadie pero mía por buscada,
Quién no quiso redimir a la puta más deseada..?

Mar de sueños y deseos,
De tumba y resurrecciones,
Mar de la melancolía,
Mar de luchas y de amores.
Una ciudad sentenciada
A cumplir con la condena
De lucir sonrisa eterna
Aunque se muera de pena.

Capa y capa sobre capa maquillan tu malasaña,
Óxido, sal y pereza mordiéndote las entrañas.

Cuando quedamos a solas enfrentados cara a cara
Te descubro consumida y me mirás extrañada.

Entonces, torvo y ausente piso tu arena olvidada
Y me tragás nuevamente, tan bella y desamparada.

39. Ella se va

Ella se va y oscurece en esta casa sin hijos,
Ella se va y despedaza como el amor cuando pasa.
Será ese brillo en sus ojos lo que recuerde mañana,
Ese detalle escondido en la tarde sin sonidos,
Un silencio doloroso sin un golpe ni un suspiro,
Un silencio miserable, un silencio vengativo.

Ella se va y no merece este dolor desbordado,
Ella se va y me parece que nunca estuvo a mi lado.
En unas horas no más volveré a ser un farsante
Y elegiré a otra mujer si me elige en ese instante,
Que se reirá hasta caer con historias inventadas
Y la engañaré sabiendo que finge ser engañada.

Pero ahora estoy aquí atrapado por su ausencia,
Por las cosas que dejó, su estrategia de inocencia.
Ella se va y yo me quedo mirando por la ventana
Con la botella en mi izquierda y la derecha apretada.
Ella se va y no merece este dolor desbordado,
Ella se va y me parece que nunca estuvo a mi lado.

40. Huellas rojas

No recuerdo ni tu forma de mirar,
Tanto tiempo ha pasado...
Cuántos ojos, cuántas voces, cuántas manos
Soñaré para traerte, un poco más...

Mientras… salgo y me enredo en la ciudad
Van mordiendo mi memoria rincones de esa historia,
Un olor, un gesto, un brillo,
Y un suspiro en el umbral.

Busco tu mirada en los demás
Para poder recuperar aquel momento del final,
Y una culpa que destruye mis razones
Va rogándole a tu voz que me perdone.
Busco tu aire triste y respirar
Esa manera de no estar
Por esta noche nada más,
Pero tu hueco va espesando mi dolor,
Mi sangre corre en tu dirección.

Por las calles voy perdiendo el corazón,
Huellas rojas me delatan
Y al quedar atrás dan vida y matan,
En un solo de latidos tanto dolor.

La mañana se abalanza, y con el sol
Soy tu hueco en la espesura
De mi alma, soy los rastros de amargura
Que quedaron en tus manos y en mi voz.


41. Locura en gris

Hoy vuelvo para beber
El agua que tu sed
Secó en mi corazón.
Soy un fuego por arder,
Un signo en la pared
Que va borrando el sol.

Si tus ojos me descubren y me miran
El desierto de mi alma cobra vida...
Un latido mineral,
Un golpe, una señal,
En mi piel de arena y cal.

El invierno va dejando en ruinas
A una ciudad que ni respira,
Todo va cubriéndose de brumas,
Rojo el color de este dolor
Que mancha el gris de mi locura.
Sólo, entre miradas de costado,
Busco el perdón de mis pecados,
Busco una caricia, un resplandor
Que me haga saltar de esta prisión.

En la oscuridad total
Un viento desde el mar
Trae ecos de tu voz...
Quién en toda la ciudad
Podría descifrar
El signo que ahora soy...


42. La murguita de los reos

La noche pasa sin prisa y es traicionero el licor,
Corre un calor codo a codo y se sube al corazón.

Lamiéndose las heridas los reos huyen de Dios
Y crucificado, al fondo, reza su canto el cantor.

Se escuchan desde la esquina los rumores del tablón,
El fútbol y las mujeres encienden la discusión.

De dónde son esos tipos, qué viento los empujó
Amontonando sus penas empapadas en alcohol…

La música va buscando en la oscuridad feroz
El brillo que se derrama del alma del perdedor.

Que si no fuera por ellos tal vez sería un señor
Con la mano calculada la sangre bajo control.
Que si no fuera por ellos faltaría el resplandor
Que enceguece mi cordura y no sería quien soy.

Sin perdonarse el pasado van de menor a mayor,
El tiempo dirá si pueden, nunca faltará ocasión.

Por las dudas si naufraga en la copa un corazón,
Alguno de ellos se acerca y ahí mismo se hunden los dos.

Y así se van por las calles cuando está saliendo el sol,
Las viejas mojan los pasos sincopados del alcohol.

Van cagándose de risa de las cosas sin valor
Tarareando el estribillo de alguna triste canción.

Es esa cuerda invisible que se corta en un temblor,
Mañana dará otra nota, que si hubo una, habrá dos…

43. Viejo amigo

Yo sé bien que te molesta, viejo amigo,
Perdonáme en esta noche la osadía
De cargar sobre tus penas otras penas
Y sanar sobre las tuyas mis heridas.

La vejez que ya ha atacado tus zapatos,
Tus palabras, tus recuerdos, tus encías,
Me confiesa en el silencio de tus años
Que una chance me queda todavía.

Cómo hago, viejo amigo, cómo hago,
Cómo salgo del enredo de mi vida?
Por qué sigo repitiendo estos errores,
Por qué sigo arrastrando esta manía
De perder lo que más quiero y me pregunto
Si esa chance está esperando todavía,
Cómo hago, viejo amigo, cómo hago?
Cómo paro de soñar esta caída?

Con mi voz en tu memoria, viejo amigo,
Te doy todo lo que tengo, aunque te rías,
Y me pierdo por ahí de madrugadas
Tras la chance que me queda todavía.

Me mirás cuando me voy y al alejarme
Sé que ves al que vos fuiste entre neblinas,
Y pensás que tus caídas no me sirven,
Que tendré que levantarme por las mías…


44. La próxima

El humo del cigarrillo va dibujando entre sombras
El plano de una mujer, el deseo que la nombra.
A imagen y semejanza de la nada, de la espera,
Voy armando con recuerdos la próxima verdadera.

Se sientan en un rincón las piernas de la Cristina,
Los bellos pies de Mercedes, las nalgas de Catalina.
Sobre la mesa de luz miran los ojos de Esther
Que reflejaron entonces lo que estaba por perder.

Las manos de Rosalía me acarician con ternura
Mientras elijo con calma el resto de la criatura.
Los pechos de la Mabel y la boca de Marcela,
El cabello de Isabel, el perfume de la Estela.

La próxima vendrá sin preguntar por qué.
La próxima caerá deseando caer.
La próxima tendrá derecho y a través.
La próxima sabrá lo que nunca conté.
La próxima dirá: "Mi amor, si vos querés..."
La próxima verá lo que no puede ver.
La próxima se irá para después volver.
La próxima será como debe ser...

Brazos, nariz y mentón y pancita de Anaclara,
La voz oscura de Cármen, el sexo mortal de Sara.
Tendrá además siete entradas con siete ocultas salidas
Para que nadie me encuentre cuando me pierda en su vida.

Ella llenará sus pechos con mi whisky preferido
Y habrá café con cenizas por si yo pierdo el sentido.
Me ofrecerá su meñique para rascarme la oreja,
Su pulgar para culparme, su índice por mis quejas.

La llevaré de paseo mostrándole un mundo nuevo,
Será a la vez una reina y una esclava en este juego
Y cuando esté en pie de guerra ella sabrá que al besarme
Caeré rendido a sus manos nada más que por salvarme…


45. Casi como amar

Vagando por ahí sin rumbo y al azar,
Pensando en declarar la guerra contra mí,
Enfrento la verdad, no sé vivir en paz,
De golpe comprendí que pierdo por ganar.

La luz que llega a mí me engaña una vez más,
La estrella que la da ha muerto en un festín
De noches tan atrás... lo bello por fugaz
Se pierde en un desliz, es casi como amar...

Puede que al fin la verguenza
De mi propia rendición sea tan lenta
Que al final de cuentas
Se me dé por olvidar este dolor.
Siento que pierdo la vida
Acribillado mi amor en pleno día,
Balas perdidas
Que encontraron al final mi corazón.

Descubro la matriz oculta de mi azar,
El mapa más real de golpe y cicatriz
Que suelo caminar sabiendo que al fallar
Se logra siempre el fin de volver a empezar.

Fue poco lo que di, tenía para dar,
Y en vez de derrochar, conté, pesé y medí,
Tal vez sea verdad, lo bello por fugaz
Se pierde en un desliz, es casi como amar...


46.Aparentemente




Ni el rufián de acá a la vuelta, ni el viejito de la esquina,
ni las locas que andan sueltas, ni cuerdas que desafinan.

Ni el cajón con el buen hombre, ni el niño recién parido,
ni los oros, ni los cobres, ni el ganado, ni el perdido.

Ni los perros, ni los gatos, ni el ratón, ni el roquefort,
ni comerse por contrato, ni ayunar por compasión.

Nada es lo que parece, la vida es un carnaval,
cada uno se convence cuando elige su disfraz...
y va como tantas veces, para bien o para mal,
al desfile interminable de una misma soledad.

Ni la furia de mis noches, ni mi paz de mediodía,
ni el calculado derroche, ni mi cobarde osadía.

Ni la angustia del domingo, ni la tele, ni el control,
ni tu ajedrez, ni mi bingo, ni esta lluvia, ni aquel sol.

Ni tu casa de muñecas, ni tu piel de porcelana,
ni tus caras, ni tus secas, ni mi amor en tu ventana...